miércoles, 30 de julio de 2014

Capítulo 32.

-Aitana: Hey, ¿te apetece dar una vuelta?
-Yo: Vale.
-Aitana: Venga, vamos a vestirnos.
-Yo: Enseguida subo cielo.
-Aitana: Vale, no tardes.
-Yo: No, no, tranquila -me reí-
*Aitana subió a cambiarse, yo me quedé en el sofá.
Recibo un WhatsApp de Sergio, dice así:*
-Sergio: María, te he mandado muchos mensajes y no me has respondido a ninguno, espero que este lo leas, por favor...
Sé que lo que he hecho está mal, pero yo no quería besarle, fue ella, a mí Laura no me gusta, me gustas tú, y quedé con ella para aclararle que yo estaba contigo y no quería nada con ella ya que no paraba de enviarme mensajes, y se me lanzó, no pude apartarme, y si te decía que iba con Laura sabía que te ibas a enfadar y yo no te quería ni te quiero perder. A pesar de todo y de tu estado delicado en este momento, espero que puedas perdonarme. Te quiero muchísimo, no lo olvides nunca.

Al leer eso se me empezaron a saltar las lágrimas, a pesar de todo, yo le seguía queriendo, pero verle besándose con Laura me había destrozado, y no sabía qué era mejor.
Le respondí.
~Conversación~
-Yo: Sergio, sabes que esto es difícil y me supera, ¿no?
-Sergio: Lo sé, y lo siento muchísimo, en serio.
-Yo: Ya, pero ponte en mi lugar, imagínate que soy yo la que se está besando con otro y tú nos ves, ¿cómo reaccionarías?
-Sergio: Como tú o peor, sé por lo que estás pasando, pero te he explicado que yo no quería y que Laura se lanzó, lo que menos quiero es perderte.
-Yo: ¿Te crees que yo sí quiero perderte? No, pero estoy muy mal por todo, y no es tan fácil.
-Sergio: También lo sé.
-Yo: Pff...
-Sergio: Eres lo mejor que me ha pasado.
-Yo: Sergio, no puedo hablar, no tengo fuerzas para ello.
-Sergio: Te repito que ojalá puedas perdonarme algún día.
-Yo: Necesito tiempo.
-Sergio: El que quieras, esperaré a la persona que más quiero en este mundo todo el tiempo que haga falta.
-Yo: No me lo pongas tan difícil por favor.
-Sergio: Lo siento, te quiero.
-Yo: Luego hablamos...
-Sergio: Vale, chao.
*Me sequé un poco las lágrimas y subí a vestirme.
Cuando terminamos, nos fuimos de casa avisando a mi madre.
Íbamos hablando mientras paseábamos, y nos encontramos con Sergio y Diego.
Me acerqué a saludar a Diego, y me sabía mal no saludar a Sergio, así que me acerqué a él y le di dos besos, como a Diego.
Yo no paraba de mirar a Sergio, al igual que él a mí, nos queremos, pero es que esto es muy duro y doloroso...
Había un silencio incómodo, decidí interrumpirlo*
-Yo: Bueno...
-Diego: ¿Qué os contáis? -ríe-
-Yo: Nada importante...
*Sergio me miró algo triste*

No hay comentarios:

Publicar un comentario