miércoles, 30 de julio de 2014

Capítulo 33.

-Diego: Sergio, no dices nada.
-Sergio: No hay nada importante que decir...
*No pude evitar mirar a Sergio; le miré algo triste.
Aitana me vio, y pensó que lo mejor sería dejarnos solos a Sergio y a mí para que habláramos*
-Aitana: Diego, ¿me acompañas a beber agua a aquella fuente de allí?
-Diego: Vale.
Aitana y Diego se fueron y nos quedamos Sergio y yo solos.
-Yo: Esto...
-Sergio: Lo siento.
*Empecé a llorar*
-Sergio: Joder, soy idiota, lo sé, y lo siento muchísimo, yo te quiero.
-Yo: Y yo también te quiero pero... -dije como pude-
*Miré a Sergio y vi que estaba fatal, se le notaba en la mirada*
-Sergio: No llores, por favor, no puedo verte así.
-Yo: No puedo evitarlo.
-Sergio: No quiero que estés mal por mi culpa.
-Yo: Estoy condolida todavía.
-Sergio: No sé cómo demostrarte todo lo que me importas.
-Yo: Es muy duro... estoy fatal.
-Sergio: Yo también estoy muy mal.
-Yo: Me lo imagino...
-Sergio: Lo que hice estuvo fatal, pero es que tú no conoces bien a Laura, además, ella en mi vida ya no es nada, fue algo, pero fue algo en un pasado, ahora mismo sólo me importas tú, no sé qué hacer, porque me importas, y mucho, eres lo mejor que me ha pasado, ya te lo he dicho alguna vez, y nunca te he mentido con ello.
*Me quedé bloqueada, aquellas palabras me habían dejado en blanco*
-Yo: Esto... yo... es que te quiero, más que a nada.
-Sergio: Yo también.
-Yo: Tendré que tragarme mi orgullo y dejar que mi corazón me guíe.
*Le besé, pero fue muy corto, le sonreí y le abracé con todas mis fuerzas*
-Sergio: Te prometo que no lo volveré a hacer, te amo.
-Yo: Y yo más, eres lo mejor que me ha pasado, en serio, te quiero.
-Sergio: Yo también. Venga, deja de llorar.
*Sergio me secó las lágrimas y me besó, le seguí el beso, esta vez fue más largo y súper bonito*
-Yo: Como se te vuelva a acercar Laura se entera eh -me reí-
-Sergio: Tranquila -se rio-
*Aitana me mandó un WhatsApp diciéndome que habían quedado con Nuria y Mario a comer a las 2 y media, y que hiciéramos marcha nosotros dos y que nos esperaban en el restaurante donde comimos la otra vez, le respondí con un emoticono asintiéndole y Sergio y yo nos fuimos de la mano a pasear.
Nos lo pasamos muy bien, entre risas, abrazos, besos... todo genial.
Se nos hicieron las 2 y veinte, y nos fuimos para el restaurante*

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